-
En ese proceso de evolución, de intentar plasmar nuestro estilo, nuestra mirada va cambiando y evolucionando. El Final realmente no existe, es sólo un sueño.
Cada vez que accionamos el obturador,
cada vez que elegimos una imagen
y cada vez que mostramos una imagen
estamos mostrando, sin querer,
un pedazo de nosotros mismos.