Que iba a pensar yo que tras un día tan fantástico en Fenghuang de mi viaje cruzando China por libre, este iba a ser otro de los días más bonitos de todo el viaje. Estaba un poco preocupado porque hacer un trekking por los montes de Longshen, el espinazo del dragón, por medio de la china rural con la única orientación del pgs de maps.me se quedaba un poco escaso comparando con cualquier otro trekking que haya hecho.
Madrugamos para desayunar y poder ir a la estación de autobuses prontito, la misma estación a la que habíamos llegado el día anterior. Hay que toar el autobús que va de Guiling a Longsheng, pero no hay que llegar hasta Longhseng. Antes de llegar está el desvío hacia el espinazo del dragón, con decirle al conductor en chino que quieres ir a Dazhai o Tiontu es suficiente. Yo, por si acaso imprimí y pegué en la libreta del viaje el nombre en chino de Dazhai, 大寨. Con enseñar estos símbolos al conductor es más que suficiente, él te avisa cuando has llegado a la parada. Es el típico arco/puerta de barrio chino, no hay más en el camino entre Guilin y Longshen así que no tiene pérdida, en maps.me aparece como Longji Town. Hay servicio de autobuses desde las 7:30 cada hora (si no recuerdo mal) y el trayecto dura unos 45′, 28 RMB.
Una vez pasas la «puerta» hay una especie de parking quesirve para pillar los microbuses que suben a Ping’an o a Dazhai. Este micorbus tarda como otra media hora y cuesta 15RMB. Como no sabíamos como iba el rollo de los autobuses nos montamos en el primero que vimos, pero en vez de ir a Ping’an iba a Dazhai por lo que nos bajamos del autobús en el cruce de la carretera que sube a Ping’an, a ojo, unos 5km de subida infernal, que suerte que por «casualidad» en el cruce había un taxi, así que nada, en taxi a Ping’an.
Una vez llegas a Ping’an lo primero es pagar la entrada, 95RMB, después ves que es muy turístico y que todo está montado para la venta, un pueblo bonito con casas de madera típicas de las montañas con arrozales de fondo. El comienzo de la caminata es muy sencillo, vas subiendo entre las casas hasta que sales del pueblo y sigues el sendero que sigue subiendo dirección a los miradores que están entre los arrozales. Una vez llegas al mirador hay que seguir un rato por carretera hasta llegar al jardín de las flores. Al menos en octubre este jardín no vale mucho. Tiene más pinta de ser un espacio desaprovechado que alguien con vista de negocio turístico intenta reconvertir para crear una excursión y ganar dinero de los turistas.
El camino se bifurca dentro del jardín, nos encontramos con una pareja que estaba haciendo el mismo trecking y que estaba tan perdida como nosotros sin tener claro hacia donde tirar y sin nadie a quien preguntar. Fuimos por el de camino de la izquierda pero según maps.me parecía que nos estábamos desviando poco a poco del camino, así que decidimos atravesar el «jardín» y llegar al otro camino. Tenía mejor pinta la verdad más de montaña, pero sin los arrozales que tanto esperábamos. Al cabo de un rato aparecieron unas mujeres de la etnia Huangluo, estas mujeres tienen el récord de tener el pelo más largo del mundo, e intentaban cobrarnos para hacernos fotos con ellas. La señal de que íbamos por buen camino. Una de ellas nos estuvo acompañando durante mucho rato como «guía» y tratando de que fuéramos a comer a su «restaurante».
Así, fuimos pasando el rato hasta que volvimos a ver arrozales, volvíamos a ver los arrozales del espinazo del dragón. Arrozales que rodean el pueblo de Zhongliu. El pueblo no tiene nada, muy similar a Ping’an, recorrimos algunas de sus calles y continuamos andando para llegar a Tiontu lo antes posible. Todo el camino es cuesta arriba prácticamente pero con una subida poco pronunciada en general. No se hace largo y quitando algún problemilla desorientación es un paseo fácil si te gusta el monte.
No esperes pasear entre arrozales, ya que, prácticamente sólo hay arrozales al rededor de los tres pueblos del mapa, el resto del camino es mas monte. Sin embargo tras salir de la polución de Pekín se agradece el aire puro. Al final, para cuando llegamos a las primeras casas de Tiontu, estábamos cansados, en el primer hotel que vimos, con unas vistas increíbles nos pedimos unas cervecitas de esas de 500cl y 2º que entran como el agua.
La entrada al Tiontu, se hace por la parte de arriba del pueblo, la mayoría de los hoteles están más abajo y la mayoría de los miradores, más arriba. Cómo no quedaba más que una horita o así para el ocaso, decidimos dejar el checkin para más tarde y aprovechar para recorrer los 3 o 4 miradores que están por las alturas.
Cuando llegamos al último Misuka ya no podía más con su alma, el calor y la caminata le habían hecho mella. Mientras ella descansaba un poco, Yolanda y yo nos fuimos a explorar los caminos que seguían subiendo a ver si encontrábamos alguna vista chula. El camino se va complicando un poco hasta que te vas metiendo por la maleza y se pierden las vistas, igual siguiendo más adelante hay algo chulo, pero después de un buen rato nos volvimos para recuperar a Misuka. Al bajar, empezamos a buscar el hotel, pero fue msión imposible. El pueblo no tiene bien posicionado en el GPS ninguna de las referencias que buscábamos, así que íbamos dando vueltas para arriba y para abajo. Cuando nos cruzábamos con alguien le enseñaba mi reserva de booking en chino, y me enviaba cuesta arriba, mientras subía me cruzaba con algún otro y me enviaba hacia abajo, otro me volvía a enviar cuesta arriba… sabiendo que así no íbamos a conseguir nada, preguntamos en la recepción de otro hotel, «Sisi, está todo recto!» o lo que es lo mismo «sigue tu camino y que no te se ayudar, a ver si tienes suerte». Tras no se cuanto tiempo buscando, encontramos a un grupo de chicas jóvenes dispuestas a ayudar y llamaron por teléfono al hotel para que nos vieran a buscar. Madre mía, ya era hora.
Cuando apareció Summer, ni idea de cual es su verdadero nombre en chino y su sonrisa nos transmitió una amistad que pocas veces he visto en China. Summer iba a ser el personaje del viaje y uno de los recuerdos más chulos de este viaje atravesando China por libre.
Elegir Longji Terrace Wood House fue todo un acierto. Es un edificio de madera, sencillo, te hace sentir que estás en una cabaña del bosque, las maderas de la pareces no encajan bien, hay agujeros por lo que podrías meter un dedo y el frío se cuela por la noche. Las vistas dese la terraza son espectaculaeres, y las parecedes tiene una decoración que es fiel reflejo de su dueño y es que Summer podría entrar en la categoría de Chino Hippie enamorado de la fotografía. Summer (dejo su perfil de Fb por si quieres contactar) no es majo, es más, uno de esos amigos que he dejado en china.
Tras comprobar que había sitio de sobra para que Yolanda y Misuka pudieran alojarse (no había nadie más en el hostal) nos fuimos a pegar una ducha calentita para decidir donde cenar. Mientras ellas terminaban de prepararse, Summer empezó a preparar tés de diferentes tipos para que fuera probando mientras las risas fluían tan sólo con su traductor oral de Chino-Español y su cariñoso Samoyedo. Cuando las chicas bajaron decidimos quedarnos a cenar allí mismo y descansar.Tampoco es que en el Tiontu haya mucha más oferta que este tipo de hotelitos. Al final le pedimos que nos sacara pollo con arroz cocido en bambú. La cena fue risas, mucho, no se donde estaban las pechugas, patas y alas del pollo… suponía que iba a ser un pollo entero y estaba todo menos las partes comestibles! Increíble, nos dedicamos a chupar las partes menos nobles de aquel pollo y a disfrutar del arroz y del entorno.
Después de la cena, le invitamos a Summer, y su amiga Casey que acaba de llegar, a sentarse con nosotros y a charlar un rato disfrutando de unas cervezas. Así pasa el tiempo entre risas cuando nos invitó a pasar a su habitación porque teníamos que probar unos vinos que el mismo hacía. Un espacio humilde pero agradable, lleno hasta la bandera de vinilos de todo tipo de música, y entre vino, birras y risas pegamos un buen repaso a los mayores exitos chinos y mongoles de su colección. Lo mejor, llegó al final cuando este chino raro y encantador nos pone en su proyector un vídeo de un concierto de su músico favorito, Yanni un músico, compositor y director de orquesta griego que convirtió la noche en una de las más bonitas que he vivido nunca, rodeado de arrozales, bebiendo vino casero, en china, en la habitación de suumer y con música instrumental de orquesta de fondo. Qué gran noche. Qué gran experiencia.
Mi intención inicial para la mañana siguiente era madrugar y volver andando desde Tiontu hasta Longji Town los 22km que separan ambos pueblos por el monte. Sin embargo, como la noche se había alargado las chicas querían descansar un poco y terminé bebiéndome otro litro de los tés de Summer, se hizo un poco tarde y empezamos el descenso hasta Dazhai a eso de las 12:00. Toda esta maravilla de experiencia, con cena, cerveza, té, desayuno y alojamiento, nos salió por unos 120RMB en total cada unos, 17€.
La bajada hasta Dazhai entre las terrazas de arroz es muy chula, cortita y bonita. Para mi Dazhai es menos auténtico que Tiontu pero es donde para el autobús. Hay un autobús que enlaza directamente Dazhai con Guilin (50RMB), cosa que no sabíamos, sólo hay 3: 10:00;12:00 y 14:00; y el de las 12 ya lo habíamos perdido hace rato. Nos subimos al minibus que llega a Longji Town (20RMB) y después esperamos unos pocos minutos para subirnos al que pasa pro allí para ir hasta Guilin (28RMB).
Para cuando empezaba a caer el sol ya estábamos en Guilin, así que fuimos al lago a ver las pagodas del Sol y de la Luna de noche e iluminadas porque no se que había pasado el día anterior, cuando llegamos a Guilin desde Fenghuang, que cuando nos estábamos acercando a ellas hubo un apagon y no las pudimos disfrutar.
Nos metímos a un buffet a cenar en la calle de las tiendas y por 25RMB teníamos la tripa llena para ir a dar un paseo hasta la muralla y la zona «antigua» de Guilin. Digo «antigua», porque aunque todas las casas parecen antiguas por su arquitectura, están completamente nuevas. En perfecto estado. Se aprecia que se ha reconstruido la zona intentando mantener su esencia. La sensación es una mezcla de estar en Disney y de haberte teletrasnportado a la época dorada de la ciudad engalanada con todos sus farolillos rojos. A pesar de todos los malos comentairios que había leído de Guilin y que recomendaban saltársela. para mi, dedicarle al menos un día como centro de operaciones entre los arrozales de Longsheng y los ríos de Yangshuo es muy recomendable.
En eso estabamos, mirando murallas, casas, templos y puestos de suvenirs cuando de repente me empieza a sonar el teléfono. Joder! Es Chegiz mi amigo suizo de la excursión a la gran muralla china de Jinshanling, que bueno, cuando hablamos de nuestros recorridos Chengiz no venía a Guilin así que fue todo una sorpresa. Misuka estaba cansada y se fue a casa pero allí nos quedamos Chengiz, Yolanda y yo disfrutando de la noche de Guilin, con ganas de llegar mañana al Río Li y ver el Río Yulong.
<< Anterior etapa: Disfrutando de Fenghuang VII Y VIII
Siguiente etapa: Xing Ping, descenso del río Li >>
4 Comments
[…] y viendo en maps.me donde estaba el embarcadero al que llevan los autobuses de línea chinos, el día anterior al llegar de los arrozales del espinazo del dragón investigamos el horario de los los que iban a Yangdi y así pillar allí la balsa de bambú por […]
[…] autobuses de Yangshuo para comprar el billete de autobús directo de Yhangshuo a el aeropuerto de Guilin por 60 RMB y que sale cada hora. El trámite del aeropuerto como siempre, un tortura con los […]
[…] un día ves sus canales y sus jardines. Y aunque tenía esa idea, Yolanda, mi amiga de Fenghuang, Longheng y Yangshuo, me habló muy bien de otro pueblo que “no está lejos” de Suzhou, […]
[…] Siguiente etapa: Longsheng, el espinazo del dragón IX y X >> […]