Esta mañana nos despertamos también prontito para llegar lo antes posible a Yangshuo el siguiente hito del viaje, la tónica habitual de todo este viaje por China la verdad. Hoy íbamos a llegar a una de las paradas a las que más ganas tenía: recorrer los ríos Li y Yulong, y hacer fotos de sus famosos pescadores con cormorán. Tras un buen rato viendo otra vez los mismos paisajes de ayer subiendo a Xing Ping desde la ventanilla del autobús, llegamos a nuestra ya conocida estación de autobuses sin tener aún ningún alojamiento cerrado.
La estación de autobuses no es más que una explanada de tierra sin alisar rodeada de un par de edificios y una valla, sorteando algunos charcos accedimos a la calle principal. Con maps.me seguimos toda la calle recta dejando a nuestra izquierda el centro comercial, tras un paseito parece que el pueblo (bastante feo) se acaba pero la carretera gira 90 grados y de repente te encuentras en el centro de Yangshuo, peatonal, super limpio y cuidado, con un lago atravesado por un puente lleno de calabazas iluminadas, se acercaba halloween y aunque los chinos no lo celebran se están empezando a abrir al resto del mundo.!
El centro de Yangshuo es bastante grande, empieza en la plaza del lago rodeada de bares y restaurantes, locales e internacionales como el KFC, McDonals,… desde aquí salen varias calles paralelas donde los pequeños comercios bullen y se conectan entre sí por otras callejuelas que conforman este pequeño laberinto. Lo mejor para orientarse es tomar de referencias los puentes y el río, es muy divertido intentar llegara algún lugar sin utilizar el mapa. Una cosa que nos impresionó nada más llegar al aplaza fue el museo de cera de «los vengadores» y su vigilante de seguridad dormido hiper-realista. tras unos dumplings fantásticos (10y, unos 1,5€) para desayunar nos pusimos a buscar hotel en Booking, todo estaba completo o era muy caro, así que llamamos a un hostel que tenía sólo una habitación individual para ver si la web estaba equivocada y nos podíamos colar de alguna manera los tres. Tuvimos suerte, ya que «su hermana» tenía otro hostel y en este sí que había sitio Climmbers Yangsho Inn. El hostel es normalito, pero el servicio de primera, además de estar especializado en excursiones de escalada, cosa que debe ser muy famosa en esta zona de China, siempre atentos y muy amables.
Mientras esperábamos en el meeting point, el KFC del dentro de Yangshuo, la llegada de la chica del hostel para acercarnos a nuestro nuevo alojamiento, se nos acercó un grupo de niñas chinas hablando en inglés. Nos costó entender lo que querían porque era un grupo de estudiantes que buscaban personas que supieran inglés es decir extranjeros para organizar una fiesta esa noche con BBQ y demás (gratis) y así poder practicar. Nos hizo tanta gracia que no pudimos resistirnos y les dijimos que sí, que nos encontraríamos en ese mismo sitio a la hora acordada.
Tras hacer el checking en el hostel nos recomendaron una tienda donde alquilar MBT por 20y/día, nos pareció un buen precio porque por lo que llevaba mirado desde casa pensaba pagar 30y/día. Al de las bicis no le hizo mucha gracia que en el hostel nos hubieran dado el precio del alquiler pero al final cedió, eso sí, dejando una señal de 100y por si acaso. Ya en marcha dirección con los cascajos de bicis MTB alquiladas y siguiendo los mapas de maps.me llegamos al río Yulong, el paseo junto al río es precioso, parando a cada rato para ver la belleza del paisaje. Paramos a comer en un restaurante preciosos, en una terraza con jardín junto al río viendo como iban surcándolo poco a poco los diferentes barcas de bambú con los turistas a bordo. Relax total, imprescindible este día de bici, un plato de arroz, una cerveza demedio litro y un café de capricho (en China no hay café, menos café bueno, en demasiados sitios y suele ser bastante caro) 100y, unos 15€. Insisto en que China no es ni de lejos tan barato como otros países de Asia.
Después de comer,seguimos el camino y cruzamos el río vimos las entradas del Gran Árbol, las cuevas de la plata, la del agua la del dragón y la montaña de la luna, está todo tan junto y tan.. «turistada» junto con que ya era un poco tarde que no entramos en ninguno. Me quedé con un poco de pena de la montaña de la Luna pero ya era un poco tarde y para hacer el paseo con prisa no merecía la pena. Ya de volvimos al puente que cruza sobre el río Yulong y esperamos junto a cientos de personas la puesta de sol. Estaba nublado y no se tiño el cielo de color pero hice unas cuantas fotos y me quedé muy a gusto. Con la luz del ocaso volvimos con nuestras chuchurrias-bicis por la carretera dejando atrás la cueva de la mariposa y una zona de escalada donde la pared estaba llena de ositos de peluche. Son muy raros estos chinos.
Al legar de nuevo a Yangshuo, devolvimos las bicis y nos fuimos a buscar a nuestras estudiantes de la fiesta de esta noche, durante el camino a Yoli le surgió un problema con su siguiente velo que le afectaba al visado de entrada a Tibet. Así que tras debatirlo entre ella, Misuka y yo, decidimos que mejor íbamos a cenar a algún sitio tranquilo mientras Yoli solucionaba sus problemas. Fuimos al KFC y con un poco de pena les dijimos a las chiquillas que no íbamos a poder ir. Una hora y media después nos sonó el teléfono… dos de las chicas no habían entendido bien y seguían esperando a que solucionáramos el problema para llevarnos a la fiesta… que pobres se habían quedado esperando a nuestro regreso. Y es que para mi lo mejor de China es su gente.
Tras dormir y desayunar, nos dimos el día libre para disfrutar a nuestro aire de Yangshuo, Misuka quería hacer compras, Yoli solucionar sus problemas de vuelos y visado que no terminaban de cuadrar y yo quería recorrer el río Li en bici. Viendo que el día anterior el recorrido había sido todo asfalto alquilé una bici de paseo, bastante mala la verdad pero hacía su función. Recorrer el Río dirección norte es un paseo agradable, disfrutando de la brisa pasé por el muelle donde atracan todos los barcos grandes que hacen el recorrido Guilin-Yangshuo, dos hileras enormes de puestos con todo tipo de telas, recuerdos, artesanía y chorraditas varias. El camino sigue un rato hasta que o te desvías al interior o te internas por el monte. Intenté seguir el camino un rato con la bici de paseo, hasta que vi que la cosa no iba bien, la dejé aparcada junto a un árbol y medí un paseo por la zona viendo como en el río algunos hombres se dedicaban a pescar desde sus canoas de bambú.
Cuando empecé sentir hambre me dí la vuelta hacia Yangshuo y llamé a las chicas para comer. Nos fuimos al banco a cambiar dinero porque estábamos tiesos y como siempre una muy larga espera para poder hacerlo, una hora mínimo, por eso es mejor cambiar pocas veces y más dinero del que pienses que vas a necesitar. Disfrutamos de unas cervecitas junto al lago y tras pasear ya de noche por las calles abarrotadas de puestos y bares con gogos, fuimos al hostel para empezar la turistada de ver la pesca nocturna con cormorán.
Al igual que en el viaje de Sri Lanka, donde la pesca tradicional donde los pescadores están sobre un palo en la orilla del mar, en el río Li la pesca con cormorán es otro icono fotográfico. Tanto en Sri Lanka como en China hay que pagar a los actores para que se «disfracen» con el traje regional y posen para poder conseguir la fotografía icónica del viaje. Por desgracia, al igual queme pasó en el otro viaje, el chasco de entender que esa experiencia vital no es real me impide buscarla.
Aún así, tenía muchas ganas de hacer esta excursión y ver como se hacía esta pesca a día de hoy. Nada de trajes regionales con plumas de cormorán en los hombros, nada de farolillos para atraer a los peces pero ver navegar de noche al hombre con sus 4 cormoranes vestido con su mono azul de obra y sus potentes focos iluminando el agua fue mas emocionante que el simple posado para la foto. Terminamos tarde, esta iba a ser nuestra última noche en la fascinante Yangshuo.
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